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El embrión de flamenco extremeño han de surgir, fundamentalmente, en los
asentamientos gitanos. Se gesta en las familias gitanas del sur de Extremadura ,
de Guadiana para abajo, y se recrean en torno a la Plaza Alta de Badajoz, donde
por sus posadas, sus reuniones familiares, intercambios y afluencia de gitanos
de toda la provincia , se elabora una forma de cantar que irá cristalizando en
las distintas fiestas gitano-extremeñas: de mercado como la feria de Zafra y
de vuelta en Mérida (feria chica), fundamentalmente, y en las distintas celebraciones familiares
de esta raza.
El Cante extremeño, y sobre todo sus estilos más característicos, es decir los
jaleos y los
tangos, son transmitidos y cantados por unas
cuantas familias conocidas y reconocidas por
todos. Tales son las familias del tío Juan Tomá,
casado con tía Ana (padres de Porrina) la de la
Hipólita, con sus dos hijos, “El Romillero” y Alejandro y su nieta, Remedios Amaya. Otra familia
Flamenca es la de Alejandro, padre de “La Marelu”, “La Jorobaina” y “El Pepe”. Y
no podemos olvidar a la familia de “El Musiquina”, padre de “El Guadiana” y de
Ramón “El Portugués”.
En el seno de estas familias, o a la luz de sus influencias, nacen destacados
intérpretes del cante extremeño: “La Kaíta”, Alejandro Vega, , “La Negra”,
Domingo Rodríguez de la Concepción “El Madalena” y el sin par José Salazar
“Porrina de Badajoz”, cantaor emblemático y fundamental en al panorama flamenco
de Extremadura.
La aportación de los gitanos queda patente, como en todos los cantes que
intervienen: en su sentido alegre y rebelde a la disciplina en el vivir diario y
en su innato don para el ritmo. Como siempre los gitanos habían recogido de
nuestra provincia y limítrofes, la tradición musical, el folklore y la forma de acentuar las palabras
en nuestra tierra y en sus localismos, piedra fundamental para diferenciar
nuestros cantes, sobre todo los tangos del resto de los existentes. Que nuestros
tangos son los más bellos, los más musicales y fuente de inspiración para muchos
artistas.
JALEOS EXTREMEÑOS
El
jaleo proviene del ritmo folklórico del mismo nombre que, al aflamencarse se
hace “palo” flamenco. La última reliquia del cante ancestral de boda de los
gitanos la alboreá, el yeli, lo hacen por este ritmo de jaleos.
Algunos flamencólogos opinan que estos cantes por jaleos, al solemnizarse y
recibir las improntas personales de distintos intérpretes, darían como
consecuencia el nacimiento de la soleá.
Los jaleos extremeños recogen el dejillo del habla propio de nuestra tierra,
conservan el arcaísmo del compás y sentido musical que nos lleva a encuadrarlo entre
la
soleá y la bulería; con ritmo más vivo que la soleá y más
pausado que la bulería. Pero lo importante es que nuestro
jaleo, está ya reconocido como cante diferenciado y autóctono de Extremadura, la tierra donde se modeló y dode encontró la sabia germinal que lo nutrió:
¡Ay!, el tío Piculabe
con la carga de leña
que no cabe por la calle.
¡Ay!, tu eres morenita y pobre;
más morena es la canela
y la comen los señores.
Vengo de mi Extremadura,
de ponerle a mi caballo
de plata las jerraúras.
TANGOS EXTREMEÑOS
Otro cante autóctono nuestro es el
tango extremeño. Para los tangos existen,
también, multitud de hipótesis respecto de su origen. Recientemente se está
defendiendo la teoría de su origen afro-cubano, del tam-tam negro. Aquí, en
Badajoz, y más concretamente en la Plaza Alta, se gestaron, encontraron acomodo
y se conservaron. De ahí que su mejor denominación debería ser tangos de Badajoz
o, si afinamos, tangos de la Plaza Alta.
El tango extremeño es más pausado que el resto de los tangos y se adapta al
compás binario. Tiene mayor riqueza musical y variedad de melismas. Se alargan
mucho algunos tercios, y se advierte en ellos la influencia cadencial del jaleo
No me vengas con roneos porque vengas de Madrid, si tú eres de Badajoz y eso no te pega a ti |
Si tuvieras tú vergüenza, como la tiene tu gente, no pasarías por mi puerta ni por las acera de enfrente. |
CREACIONES PERSONALES DE CANTAORES EXTREMEÑOS
Hay varios artistas extremeños que tuvieron la personalidad suficiente para crear un estilo propio dentro de un cante o
palo del flamenco reconocido, preferentemente el fandango.
José Gallardo Ponce “Pepe el Molinero”, cantaor natural de Campanario (1.895-1.985), llamado también “El Rey de
las Columbianas”, de voz potente y limpia, que creó un estilo
personal de tarantas de las denominadas de superficie, que en
algunos fragmentos musicales nos recuerda a los Cantes de ida y Vuelta de los que era un consumado maestro.
José
Pérez de Guzmán y Urzaiz, natural de Jerez de los
Caballeros 1.895-1.930). Creó dos estilos de fandangos, para los
que se requiere condiciones especiales de voz, es la simbiosis de un áspero,
fuerte y valiente Fandango de Alonso y el aire dulce y abandolao de Málaga. Con
recios tercios muy altos, propios para cantaores con poderío.
Manuel Infantes Martínez, “Manolo de Fregenal”, (1.911-1.986) Nacido en Fregenal
de la Sierra, conocido en sus principios como El Niño de la Sierra”.
Cuerpo y voz de jilguero, que creó tres estilos de fandango, dos naturales y uno
de transición, , donde se adivinan influencias del fandango de Santa Bárbara de
Casas (Huelva) y que tiene una subida flamenquísima en su ultimo verso.
Porque tengo sello propio,
mi fandango es el mejor;
porque tengo sello propio,
donde yo voy a cantar
que no me tomen por otro
que soy el de Fregenal.
Manolo Fregenal fue un profesional consumado de espectáculos, formando parte de los más variados elencos flamencos,
prácticamente desde que era un niño.
Conocedor de todos los cantes, dominador del compás,
fue, sobre todo, un excepcional intérprete del fandango y dejó una extensa
discografía, en torno a los quince discos, donde dejó constancia del dominio de
los cantes, especialmente de los fandangos.
José Salazar Molina, Porrinas de Badajoz(1.924-1977) Es el cantaor más conocido,
famoso y representativo de los cantes extremeños y de todos los palos en
general. Tenía una voz preciosa, y era dueño de un “bajini” inigualable, que
utilizó con maestría y genialidad flamenca para la interpretación de su tremendo fandango:
Gitano y de Badajoz,
caballero cien por cien,
canto con el corazón;
y, el que sepa comprender.,
sabe que tengo valor.